Pensilvania dispuesto a dejar morir la refinería de petróleo cerrada
El gobierno de Pensilvania no financiará la recuperación de la refinería más grande de la costa este de Estados Unidos, que sufrió una devastadora serie de explosiones a fines del mes pasado.
"La administración no planea gastar fondos para mantener el sitio como una refinería", dijo el portavoz del gobernador de Pensilvania.dijoen un comunicado citado por Reuters.
El complejo de refinerías de Philadelphia Energy Solutions tiene una capacidad de refinación total de 335,000 bpd y es el complejo más grande en la costa este de los Estados Unidos, según el sitio web de PES. Las explosionessacudidola instalación una madrugada del 20 de junioth.
Erael segundo incendio en un mesEn el mismo complejo de refinería. El 10 de junio, se produjo un incendio en el Complejo de Refinación de Philadelphia Energy Solutions, que afectó a la unidad de craqueo catalítico de 50,000 bpd de la instalación.
En el momento del segundo incendio, el comisionado adjunto de bomberos Craig Murphy, un tanque de butano se encendió y finalmente explotó, según un informe de NBC Philadelphia. El fuego se extendió a través de las tuberías del complejo, causando una serie de explosiones más pequeñas. Sin embargo, la causa aún no se ha establecido categóricamente y la investigación está en curso. Podría tomar varios meses para finalizar.
Justificando la decisión del Gobernador de no gastar dinero en reparar la instalación, el portavoz JJ Abbott dijo: “Además del daño a la instalación, hay preguntas pendientes sobre seguridad y contaminación. Además, la instalación enfrenta desafíos competitivos contra refinerías más modernas que serían extremadamente costosas y difíciles de superar ”.
Esa es una salida marcada de la última vez que elRefinería PESfue amenazado por un cierre, hace menos de una década. En ese momento, recuerda Reuters, los políticos de la ciudad y del estado acordaron brindar apoyo a la refinería y mantenerla en funcionamiento. Ahora, los empleados culpan al Gobernador por permitir el cierre de la refinería, lo que, dicen, costaría no solo la pérdida de empleos sino también los ingresos fiscales.
Irina Slav para Oilichelin
